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jueves, 21 de febrero de 2013

Empieza la temporada

Una estampa de Qatar
Este fin de semana empieza por fin la temporada ciclista con la Het Volk y la Kuurne-Bruselas-Kuurne, las dos carreras que abren el calendario belga y, en definitiva, el ciclismo entendido como un deporte de resistencia y de competición, tras unas serie de múltiples carreras con una característica común: no se han podido ver en directo.

Con la excepción del Down Under y el Tour de Qatar, el resto de competiciones ciclistas celebradas han tenido cobertura en diferido, y no es que las dos agraciadas con tele en directo hayan sido las más afortunadas. Eso sí, no han faltado las crónicas en directo de famosos propagandistas que seguían el twitter oficial de las carreras. Los mismos que celebraron el triunfo de Contador en la pasada Milán-Turín como gran victoria justo cuando les llegó la noticia de su victoria, y sin haber visto ni una imagen.

Parece que el ciclismo, a lomos de la crisis económica y la propia crisis de este deporte, ha vuelto a los años gloriosos -por decir algo- del teletipo y las crónicas de grandes firmas hablando de grandes gestas desde la línea de meta, cuando los ciclistas estaban subiendo el Galibier a 100 km. de distancia. A nadie le extraña, y todos lo dan por bueno.

En el Down Under, disputado mientras las autoridades australianas ultimaban un demoledor informe sobre la extensión del dopaje y la corrupción en su país, Greipel se llevó tres etapas y el criterium de antipasto -el que se dedicaba al cáncer cuando pagaban dinero público a Armstrong para que fuese-, su auténtica especialidad. La general fue para Slagter, el joven holandés de Blanco que ganó una etapa, y que ya demostró tener muy buen final en cuesta el año pasado en Tirreno-Adriático.

Sin embargo, la etapa más destacada para mí fue la segunda, que fue para el gran, gran Geraint Thomas, con un numerito considerable dejando clavados a todos los favoritos. Ahora está disputando el Mundial de pista y después bajará de nuevo con los mortales -no es una metáfora: se ha tirado en el Teide un mes- para ganar su primera clásica de piedras: al tiempo. Gerrans también ganó la etapa de Willunga.

Paralelamente se disputaba el Tour de San Luis en Argentina, con Contador ganando una etapita para solaz de los comentaristas. La general fue para un argentino que el año pasado había sido segundo, y Cavendish, Modolo y Gavazzi también ganaron una etapita cada uno, mientras disfrutaban de los atractivos de una de las zonas más pobres del país austral.

En Francia la general de la Estrella de Bessegues fue para Hivert, al que algunos han descubierto esta semana en Andalucía, y en el Tour del Mediterráneo el éxito final le correspondió a Lovkvist, antiguo joven prometedor que no ganaba desde 2009, y eso que ha estado siempre en grandes equipos; el último, el Sky; el actual, uno suizo llamado IAM cycling. Etapitas para Greipel, su esbirro Roelands y etapa del Mt. Faron para Peraud. Por su parte, la gran noticia de Haut Var fue el abandono de Andy Schleck, que va camino de completar un año entero sin acabar una mísera carrera. Ganó Vichot por el puestómetro.

En Qatar hubo tele en directo, pero para nada: una península desértica organiza la gymkana para ciclistas que es su Tour, donde Boonen ha obtenido el 20% de sus más de 100 victorias como profesional. Es triste ponerlo así, pero es la verdad. Con esos mimbres, normal que Cavendish ganase las cuatro etapas de la carrera y, en consecuencia, la general. Ahora, que venga alguien y me diga que eso es ciclismo. O que merece la pena perder el tiempo para ver eso.

En Omán, otro capricho de petrojeque pero con algo más de fundamento porque el país tiene atractivos turísticos que podemos conocer en diferido, Sagan ganó dos etapitas con numeritos de órdago -los de siempre, pero siempre impresionan-, Kittel y Bouhanni la primera y la última al sprint, Joaquím Rodríguez una subiendo una cuesta de aupa y Froome la decisiva, que le valió también la general. Contador estuvo atacando, quizás reivindicando un "¡Contador al juicio de la O.P! ¡Contador al juicio de la O.P!", porque ya se sabe que este chico se sobreexcita en estas fechas y con los calendarios que tiene. Deportivos y judiciales.

Ya ven que los corredores importantes están muy entonados en febrero. Dicen las malas voces del pelotón que, con tanto trasiego a sitios exóticos -y donde el primer laboratorio aprobado por la AMA está a varios miles de kms.- la gente se anima más, además de que para el pasaporte biológico viene fenomenal eso de estar en febrero a tope, porque si no lo de julio canta mucho.

En Mallorca Valverde ganó uno de los trofeos, y recientemente en Andalucía ganó el prólogo de San Fernando (un ratito a pie, otro andando) y la última etapa en el Rincón de la Victoria -un lugar ideado para acoger llegadas ciclistas, siquiera sea por el nombre-, además de la general: en siete días de competición, cuatro victorias. Es que es tan bueno que no se puede parar: eso sí, cuando llegan las carreras importantes le cuesta ardores pasar del 2º puesto.

La última carrera por etapas destacable de este inicio de temporada ha sido Algarve, donde ha vuelto a ganar Tony Martin -como en 2011, cuando estuvo llena de periodistas españoles esperando el triunfo post-invierno de solomillo de Contador- y el brutal Henao se llevó la etapa de montaña sacando los ojos al resto de corredores, el más destacado Rui Costa, local y valverdiano.

Y queda el Laigueglia, el inicio de la temporada italiana tras la desaparición del Costa Etruschi y el fin del experimiento de recuperar Cerdeña. Ahí vimos que el Lampre no quiere volver a tener un 2012 y, perfectamente estructurado con Pietropolli lanzando, dejó en bandeja el triunfo a Pozzato, que volvía a ganar 10 años después en la carrera que conquistó dos veces consecutivas cuando era un recién llegado al pelotón. Será por eso que el Lampre ha apartado a Scarponi, primero sin meterlo en la foto de equipo y después, ante las preguntas, sin dar ninguna explicación y sólo confirmando el hecho. El ciclismo que cambia, otro año más.

No se pierdan este finde la Het Volk, a ver si Flecha consigue subir al podio de nuevo. En el segundo o tercer puesto del cajón.
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Elecciones en el CONI, uno de los pocos organismos -aún con sus errores- de los que se puede decir que lucha efectivamente contra el dopaje. En la nueva junta directiva no hay nadie del ciclismo, y ha salido elegido presidente un playboy romano -con romances incluídos con celebrities locales- que viene del mundo del remo, concretamente de un exclusivo club de canottieri de la Ciudad Eterna. Es una pésima noticia para la lucha contra el dopaje -ya ha dicho que sus primeras medidas se centrarán en prevención en las escuelas-, y una magnífica para el ciclismo italiano, que no gana una gran clásica desde hace tres años. Bueno, y la París-Tours de Marcato.
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Un nuevo soplagaitas anglosajón sale relativizando lo de Armstrong. Para que vean el nivelón de todos estos todólogos venidos a más con el tirón mediático de la confesión del texano, afirma sin ruborizarse que Armstrong "no había destacado como ciclista de élite antes de tener cáncer". Debe ser que ser campeón del mundo no es destacar. Tampoco se pierdan el detalle de que la entrevista está publicada en uno de los semanarios brasileños más importantes, el mismo país que organizará los JJ.OO de 2016 y que está inmerso en un plan ADO carnavalesco, importando técnicos y médicos deportivos de todo el mundo. ¡Ah! Su apellido, traducido, significa "Más dinero".
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Entrevista a Mikel Nieve, que este año irá al Tour con el objetivo de siempre: ganar la gran etapa de montaña y volverse a colar entre los diez primeros de la general, concretamente entre el puesto 9º y 10º. Ya lleva así tres años, desde su espléndida eclosión en la Vuelta 2010. Este año dice que es diferente, que irá a P-N, Volta y Romandía "a hacerlo bien e intentar ganar una etapa". Si, muy diferente.
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Boogerd, relegado como comentarista de la tele pública holandesa. Aquí va camino de las dos décadas que sufrimos a Pedro Delgado -conocido en Holanda como Pedro Drogado, por haber ganado como ganó aquel Tour al nacional Rooks-, el mismo que afirma que "Eufemiano Fuentes era un buen médico". Y tanto: era el suyo cuando ganó la Vuelta 1985....
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Alfredo Monchito Relaño, el director de As, y muy popular últimamente en este blog por haber tenido la poca vergüenza de escribir que "el ciclismo ha contaminado a otros deportes", tiene la cabeza comida por el fútbol, como todos los de su gremio. Como va de intelectual del balompié, tiene un libro que parece un chiste y, aunque publicado en 2010, he reparado ahora en el porque ya les digo que últimamente las librerías, incluso las de fiar, te meten el deporte en los exhibidores más nobles. ¡Con el dinero que les he dado y me tratan así!

Les juro que lo estoy describiendo y no caricaturizando: esta ideado y presentado como uno de esos libros gordos para niños de título "365 cuentos para leer", incluyendo las tapas brillantes, en este caso de plata. Se titula 366 historias de fútbol mundial que deberías saber,  y se compone de otros tantos artículos (cuentos) de historias del fútbol, muchas de hechas fábulas, habida cuenta que el autor ni las vivió, ni las vio, ni hay medio de haberlas conocido a no ser que sea través de crónicas de otros: lo que viene siendo una fábula, que se diferencia del cuento en que los protagonistas son animales.

Destinado -y por eso está concebido así- a un público no lector, se presenta en formas de pequeñas grageas de ingestión diaria, lo que deja una imagen ciertamente inquietante: ese futbolero que, tras entornar la página del cuento del día, se duerme con la cara de Monchito flotando en una nube y sonriendo mientras apoya su mandíbula barbuda en la mano y dice contaminame.
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(Relacionado con lo anterior) Monchito escribía esto en 1987. Sobre dopaje. En El País. Cuéntame un cuento, y verás que contento/me voy a la cama...
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Tiger Woods nunca ha tenido que pasar un control fuera de competición. El mejor golfista de la historia.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Argumentos de barra de bar (literaria)

El otro día oía que nuestra crisis política e institucional se puede explicar poniendo a Bankia en el centro, y que tarde o temprano saldrá un tentáculo que vinculará a la amalgama de CajaMadrid con los bancos del Levante español, un pufo que ha costado al contribuyente -y seguirá subiendo- decenas de miles de millones de euros, una cifra fabulosa bajo cualquier consideración.

Antes de esto, CajaMadrid era el brazo armado del PP en cuestiones económicas, con una generosa partida para eso que se llamaba caritativa y decimonónicamente "obra social", que iba desde cuidar ancianitos a mantener centros culturales de élite y de barrio, pasando por ediciones culturales sin ninguna viabilidad comercial, restauración de patrimonio, ciclos de música dignos de Viena (¡no vamos a ser menos que nadie!) y un mensual llamado Revista de Libros.

Remedo e imitación de sus semejantes en el mundo anglosajón, la publicación jamás llegó ni a la altura del betún de esas "inspiraciones", pero no dejaba de ser algo interesante en el panorama cultural español; con una marcada tendencia al conservadurismo rancio -entre sus firmas se encuentra alguien tan deleznable como Rupérez, de profesión diplomático y, especialmente, amigo de Aznar-, una nauseabunda sección de crítica literaria y, esto es lo bueno, al menos dos artículos por número que justificaban la compra, echó el cierre en los primeros compases de la crisis que hundió la institución histórica que la mantenía, y cuyas raíces se remontan al siglo XVIII.

Hace poco ha sido devuelta a la vida, de la misma forma que Mary Shelley ideó para su creación más famosa, esta vez sustituyendo los rayos y los diodos en las sienes por eso que se llama Internet. Manteniendo a algunos de sus peores columnistas -incluyendo al Mortadelo de Málaga obsesionado con wikipedia- y perdiendo a casi todos los mejores, sigue con una costumbre iniciada en los tiempos de papel de reproducir artículos señalados del London Review of Books y New York Review of Books. Pero de nada sirve vestirse de seda.

Así ha llegado al público español la reseña que David Runciman publicó hace dos meses sobre el libro de Hamilton. Es significativo que, entre todos los artículos interesantes que podían escoger, hayan cogido uno de una temática tan extraña a la revista como deporte y dopaje. Será que las élites culturales españolas (sonido de platillos) han decidido (risas enlatadas) interesarse por el tema (abucheo). Si se fijan en las librerías verán que hay un interés (inducido) por las cosas del deporte. Otra cosa es que se lean, claro.

Runciman es un joven (1967) profesor de Cambridge, famoso porque escribe regularmente en The Guardian y otros sitios de consumo masivo. ¿Su especialidad? Todólogo, aunque nominalmente está especializado en política, que es la mejor manera de ser todólogo. Pertenece a una familia de alta alcurnia británica, que siempre ha sabido cuidar a sus élites. Al menos leen.

Su artículo es lamentable, y probablemente por eso haya sido traducido y difundido entre el público español. Con el inequívoco título de Los pillan a todos, Runciman va tonteando entre deporte y deporte (el fútbol está limpio, sólo drogas recreativas; la mejor prueba es la diversidad de jugadores que hay) pasando por los JJ.OO de Londres, y utilizando una única herramienta argumental: los incentivos.

Entre doparse y no doparse, para llegar a esta fantástica conclusión: "No ha habido nunca, sin embargo, un deporte en el que los incentivos de quienes se dopan y de quienes controlan el dopaje hayan estado tan desequilibrados como en el ciclismo profesional" ¿Cómo? ¿Nunca? Runciman no debe haber oído hablar de la RDA. O la China comunista y los Juegos Olímpicos organizados en 2008.

Bueno, ya se sabe lo que le toca al ciclismo ("ha contaminado a los otros deportes", dijo Monchito Relaño, director de As), y por méritos propios. Más si el que escribe la máxima es un británico que vio la luz el mismo año que moría Tom Simpson en las rampas del Ventoux bajo los efectos de un cóctel con "todo lo que haya". Un británico que está sometido, día tras día, a la propaganda con las bondades del Sky y Wiggins, ese héroe. El mismo que consigue entrenando y adelgazando lo que otros conseguían drogándose.

Runciman, como buen todólogo, dice que la EPO es buena para las carreras de tres semanas y que, como mucho, incrementa el rendimiento en un profesional en un "5%", la misma cifra que aventuraba, años ha, Rubiera, quizás hablando como persona interpuesta de Ferrari. Si es ese 5%, no se explica los rendimientos de conocidos sputniks como Berzin, Kohl o Schumacher, por citar únicamente tres al azar. O, viendo el nivelón del level playfield marcado por Runciman, el azahar. "Estas apasionantes memorias en las que [Tyler Hamilton] lo cuenta todo". Todo.

Según Runciman, todólogo y a estas alturas imbécil integral, " [el ciclismo] es, de entrada, extremadamente peligroso: los ciclistas no paran de caerse, con las consiguientes roturas de huesos y el riesgo añadido de sufrir lesiones permanentes" Se debe imaginar el ciclismo como una peli de Mad Max. "No paran de caerse". Le ha faltado el tópico de los pinchazos, que pueden hacerte perder una carrera en los últimos metros. Si escribiese un libro, sería publicado por Cultura Ciclista.

Fíjense que hasta se traga -¡todavía!- lo de Hamilton y su clavícula rota en el Tour 2003, cuando fue la excusa perfecta para ir toda la carrera chutado e infiltrado. Bajo prescripción médica, eso sí. "incluso logró ganar una de las etapas montañosas de mayor dureza. Duele sólo de leerlo". ¡Y tanto que duele! ¡Y traducido para el público español, siempre ávido de este tipo de artículos!. Estaría bien pasarle a Runciman la tabla de dopaje de 4142 para 2003, y como fue a ese Tour. Hubiese llegado a meta incluso tuerto.

A estas alturas, ya está clara la postura de Runciman. Y también de Revista de Libros, que declinará, como de costumbre, "compartir las opiniones de los autores", pero que traduce este artículo. Pásmense: "En un pasaje extraordinario, Hamilton escribe que la EPO hacía que el deporte fuera más justo (...)El dopaje sanguíneo se traducía en que, si podía soportarse el dolor, el cuerpo seguía funcionando. El éxito acababa entonces recayendo simplemente en la persona que más lo quería [el dolor]".

No voy a hacer un chiste fácil sobre la querencia de las élites británicas a someterse a ejercicios de dolor recreativo-sexual, pero el pasaje es muy explícito o, por utilizar sus mismas palabras, "extraordinario". El dopaje nos hará libres de la esclavitud de nuestros genes. Runciman no tiene ni una mísera línea para todos aquellos que, con mejores genes que Hamilton y Armstrong, tuvieron la decencia y la buena cabeza de no doparse, y se quedaron en categorías inferiores. Se me había olvidado decir que las élites británicas son muy clasistas.

"Hamilton falta ligeramente a la verdad cuando sugiere que las sustancias prohibidas simplemente nivelaron el campo de juego genético". Ligeramente. "El cáncer también modificó su forma corporal, que se volvió mucho más delgada y enjuta" es otra brillante frase de Runciman, que aquí ya se aproxima al Dr. Mabuse. Por la isla de los monstruos.

No es la mejor, empero: "lo que marcó la diferencia [con Armstrong] fue el modo en que se dopó: lo hizo simplemente mejor que nadie, de forma más creativa, más implacable, más intrépida. Explotó las mismas oportunidades que estaban al alcance de cualquiera" ¡Al alcance de cualquiera! ¡El level playfield! Ya, por eso ganó siete veces seguidas el Tour, no porque tuviese algo desconocido a su alcance. Las teorías igualitarias ¡en manos de un miembro de la élite inglesa!. Acabaramos. Y no dejen de reparar en lo de "intrépido", eh. "La persona que hacía un mejor uso de los medicamentos".

Expuestos estos argumentos, Runciman dedica el grueso del artículo a hablar de "el sistema", la epopeya de Armstrong y termina con Wiggins, como no: "El Tour del año pasado, ganado por el ciclista británico Bradley Wiggins, fue mucho más lento que las carreras celebradas durante los años de Armstrong: a la velocidad que corrió, Wiggins habría terminado hace una década en el centro del pelotón. Para muchos aficionados esto constituye una prueba suficiente de que el deporte está ahora libre de dopaje."

No fue tan lento: bastó con la etapa de La Planche -la primera de montaña, como Armstrong- para dejarlo todo atado; y al que atacó, como Nibali, lo amordazaron y achantaron igual que Armstrong hizo con Simeoni. Pero de eso no hablará Runciman. Ni lo sabrá el improbable lector de Revista de Libros, que no obstante sacará argumentos -de eso se trataba- para defender el dopaje en sus tertulias literarias, si todavía existen.

En todo caso, y como colofón a todos estos argumentos de vuelapluma y experto todólogo, Runciman remacha con un "mirame a los ojos": "Alguien que sabe mucho más de ciclismo que yo me aseguró que el equipo Sky de Wiggins, y el resto de ciclistas británicos que ganaron la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, no consumen sustancias prohibidas". Pues vale. Al menos este alegato a favor del dopaje, o del que mejor se dope, no está pagado con la "obra social" de alguna caja. O quizás sí. Sería lo más adecuado a este país y su aproximación a este fenómeno.
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El Katusha suspende a Vicioso por estar en paradero desconocido cuando tenía que testificar en la Operación Puerto. La historia tiene su miga. El ex-Kelme y ex-Liberty tenía que declarar al principio del juicio, pero alegó una lumbalgia -con parte médico- para no hacerlo entonces y, quizás, descentrar al TAS en su crucial decisión sobre el futuro del Katusha en el ProTour.

Después, ni la Guardia Civil ha podido localizarlo en su domicilio de Alhama de Aragón y entregarle la nueva citación. Resulta que el ciclista Vicioso estaba en ¡Andorra!, donde dice que se ha mudado hace ¡dos meses!, concretamente el 7 de enero. Hay fotos de este fin de semana entrenando con cicloturistas por Aragón. A lo mejor es una mudanza fiscal -lo dudo con su nivel de ingresos-, pero suena feo, y más considerando las grandes nevadas que ha habido en Andorra.

Sea como fuere, el Katusha ha suspendido al aragonés, al que no ha salido a defender públicamente su gran valedor, Joaquím Rodríguez, que lo rescató del Androni. Es más: alguien tan detestable como Ekimov ha manifestado públicamente que alguien con vínculos con Eufemiano Fuentes no puede estar en el equipo. Ekimov, el del UsPostal y amigo personal de Armstrong.

Ekimov, el que es el manager de un equipo que, sólo en españoles, tiene al catalán de Parets que entrenaba con Leonardo CERA Piepoli; a Xavier Hemoal Florencio; o a Dani SMS con Losa Moreno. Recuerdo también que Tchmil quiere candidarse a la presidencia de la UCI, y hay que dar imagen de Torquemada. Recuerdo también que Vicioso no ha sido sancionado jamás por la Operación Puerto.

Por cierto, ¿para que sirven los whereabouts de la UCI?
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A Voeckler, como todas las temporadas, le duele la rodilla. Dice que se lastimó en una caída en la segunda etapa del Haut Var. Auguro un brillante espectáculo del francés en las carreras de abril, esas que se marcó como objetivo el año pasado, y en las que no le dejaron participar. Y menudo numerito que hizo en la Flecha de Brabante.
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Seguramente Martin Hardie, el amigo batasuno y austral de Arribas, creerá que esta medida es nazi, pero me parece el camino a seguir: en Australia se están planteando emprender la vía criminal contra aquellos que hayan mentido en cuanto al doping. 
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Otra vía por el buen camino: la provincia belga de Hainaut quitará su subvención pública al GP Le Samyn en caso de algún positivo en la competición. Ya sería raro que pasase -los organizadores ya tomarán las medidas para no perder el dinero público-, pero visto que el que paga manda, deberían hacer la medida más extensiva, del tipo "que no participe nadie que haya dado positivo". En el pasado ha dado sus frutos: por eso en Alemania apenas hay ya carreras profesionales.
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A lo mejor ha llegado a su conocimiento que el COI quiere quitar la lucha libre del calendario olímpico para 2020. Es un deporte antiguo y que no lleva acarreados grandes gastos en infraestructuras; sin embargo, no se venden las entradas y no tiene audiencia televisiva, salvo que haya una Maider Unda nacional implicada. En este brillante artículo de The Economist lo dicen de manera muy clara. Auténtico espíritu olímpico, el mismo que impulsa Madrid 2020. Money.

martes, 12 de febrero de 2013

¿Pero todavía existe el perjurio en España?

Siempre a lomos del camello
Me hace gracia -la justa, claro- el tono admonitorio y severo que adoptan algunos propagandistas de ciclismo ahora que han comenzado a declarar algunos de los ciclistas -en calidad de testigos, porque ellos no cometieron ningún delito para la justicia española: ni la civil, ni la deportiva, ni la religiosa- implicados en la Operación Puerto.

Por supuesto, no está Pavarotti: a pesar de las evidentes pruebas en su contra, los Guardias Civiles -y la gente que les ayudó a desentrañar los códigos- fueron incapaces de ver que la tabla de preparación de 2002 se correspondía en objetivos y calendario con alguien tan conocido como Cipollini. Y nosotros tenemos que creerlo, igual que lo de "están todos, menos Valverde", que no hay otros deportes implicados, que sólo se grabó a cuatro ciclistas durante las diligencias previas, y tantas y tantas otras cosas de la Operación Encubrimiento.

Ahora, esos mismos que propiciaron con su apatía e indolencia en el ejercicio de su profesión que pudiese hacerse algo así, nos agitan el fantasma del perjurio: en calidad de testigos, los ciclistas llamados a declarar por las partes no pueden mentir, porque si se demuestra que han mentido, la condena incluye penas de cárcel.

Ayer desfilaron Jaksche, Basso por videoconferencia desde Tenerife -lo que me parece muy indicativo del ciclismo que sigue cambiando, hasta el punto que ya se rie directamente a la cara- y estaba también previsto que Marcos Serrano, que finalmente lo hará hoy porque los dos primeros se alargaron en sus declaraciones hasta las cinco de la tarde.

Así, el conocido como Alcalde para Eufemiano, todo un experto conocedor de las prácticas del ciclismo contemporáneo ("el ya sabe", dejo escrito el ginecólogo canario al lado de su calendario de droga) tendrá la oportunidad de verse agrupado temáticamente con otros compatriotas como Vicioso o Nozal, también llamados a declarar hoy, y que tienen en común no haber sido sancionados jamás por la Operación Puerto.

Quien espere algo de sus declaraciones, especialmente del gallego Serrano, y más bajo la risible amenaza del perjurio, es que no ha entendido la omertá del ciclismo, más poderosa que una hipotética acción paralela judicial por mentir. Si ni siquiera fueron investigados fiscalmente, ¿cómo pueden pretender que van a poder ser empapelados si mienten? Si ni siquiera colaboró cuando estaba en fin de vita, ¿que se puede esperar ahora?

Por cierto, hoy declara Vicioso, que sigue siendo ciclista profesional en el Katusha, para vergüenza de este deporte. Como Benjamin Noval. Como Constantino Zaballa, del que hay grabaciones en vídeo y ni siquiera ha sido llamado a declarar. Mientras tanto, la directora de la AEA pasa todos los días por los juzgados a lucir abrigos de pieles. Como si le faltase trabajo por hacer, como si no tuviese ejemplos por donde empezar a hacer algo diferente de sus predecesores.

Jaksche se tiró cuatro horas declarando, cuatro horas donde ninguna de las partes tuvo a bien preguntar -y era una pregunta que tenía cabida- que cree que significaba la anotación, dentro del nuevo del Liberty para el Tour 2005 "¿Qué significa "nada o igual que J.J" al lado de L.L y A.C?", habida cuenta que declaró bastante bien y concreto sobre el tipo de mejora del rendimiento deportivo que propugnaba Saiz y Eufemiano Fuentes. En ese contexto, ¿qué significa "nada o igual"? Para la justicia española, siempre nada.

Jaksche, uno de los pocos casos de outing de un profesional, ha venido al juicio porque lo ha pedido la AMA, quizás el único organismo en el que se puede confiar en la lucha contra el flagelo del dopaje. Ha respondido a preguntas pertinentes, como identificar los códigos paramédicos de Eufemiano, los cómos, los cuandos y cuantos.

Según su testimonio, conoció a Eufemiano a finales de diciembre de 2004, y personalmente en enero de 2005 en una concentración en las Canarias. Le cobraba 4000 euros por bolsa de sangre -que dice no haber utilizado nunca antes- y, si se llevaba dos, 6000 euros. "Supuse que yo no era el único corredor del equipo Liberty que estaba con Eufemiano, pero no me constaba". Ya. Debió ir a las Canarias solo.

El hemodruida canario le dio de todo, incluyendo hormona femenina -con una receta a nombre de una amiga- y los polvos enmascaradores, aunque la cortisona la proporcionaban los propios médicos de los equipos, lo que incluye a Alberto Garai, que se fue tras el hematocrito alto -jajajaja, un hematocrito alto en 2005, qué chistoso es Mario Zorzoli- de Nozal en el Dauphinè 2005- quizás por el alto concepto de su profesión, que incluía dar cortisona a gente sana.

Jaksche afirma que vio a Eufemiano "entre 10 y 15 veces", y a Marcus Choina, su testaferro en Alemania, otras tres ("en su casa, en su clínica y en un hotel"), lo que da una frecuencia de una vez al mes entre enero de 2005 y mayo de 2006. Demasiadas veces para un corredor del segundo grupo del pelotón mundial, y que durante su declaración se ha mostrado particularmente interesado en insistir en que en el CSC iba con Cecchini y que este es un santo con las manos blancas. Con toda probabilidad Jaksche era cliente de Eufemiano desde hacía años -había estado en el ONCE antes de pasar por el CSC-, pero hay interés en circunscribir todo a unos determinados años, y en excluir a determinada gente y periodos. Como el perjurio tiene la utilidad de un jarrón chino en un juicio en España, nadie le ha dicho nada.

"En la primera mitad de 2005, Fuentes no me cobró. Luego, sí. A partir del hematocrito alto de Nozal, lo pagábamos nosotros. El Liberty interrumpió la colaboración con Fuentes. Interpreto que por eso empezó a cobrarnos de nuestro bolsillo. Entiendo que en la primera parte del año pagaba la dirección del equipo" El mejor equipo del mundo, decía Saiz. Si hasta pagaba el médico a sus corredores....

Jaksche pagaba desde entonces a Eufemiano a nombre de la empresa CODES en su cuenta del HSBC de Ginebra (15.000 euros, más otros 8.000 por el Tour, donde Choina le chutó una bolsa en la etapa de Karlsruhe), descarta que el código "Vains" fuese suyo -solo reclama Bella- y que Pablo Antón le obligó a firmar un documento, tras la O.Puerto, donde descartaba cualquier relación con el dopaje.

Plan de Basso para Giro 2005
Del testimonio de Jaksche, aparte de que ha retrocedido el inicio de su dopaje a 1997 -en Der Spiegel en 2007 dijo que había sido en 1999, para así hacernos creer que quedó 10º en el Tour 1998 con 20 años a pan y agua- y que en el 2007 en el Tinkoff no tomó nada (ganando varias carreras, dificil de creer en el precursor del Katusha),  destaco que ha identificado a Koldo Gil como parte de la Operación Puerto, algo que ni Guardia Civil ni periodistas han hecho todavía. Koldo Gil, otro no llamado a declarar.

Aún con sus errores, la declaración de Jaksche pasa por magnífica si se compara con Basso, otro al que el perjurio le trae al pairo. Dice que entre 2001 y 2004 estuvo con Cecchini, y que con Eufemiano solo empezó a finales de diciembre de 2005 "con la ilusión de ganar el Tour". ¿En en la temporada 2005, cuando el desfallecimiento en Ortisei, quien lo llevaba?

Nadie pregunta. Sacan un folio del sumario donde se ve un fax del 27 de abril -poco antes del Giro de ese año- detallando el tratamiento de Birillo para esa carrera: cinco bolsas de sangre, y diez parches de calor. Basso no lo reconoce como propio, porque sería reconocer que ha mentido.

Efectivamente, ha mentido como siempre en su carrera deportiva. Esta vez, ante una juez. Y, ¿saben que va a pasar? Absolutamente nada. Como en toda la farsa de la Operación Puerto. El perjurio en España no existe, como bien saben todos los periodistas. Les va la profesión que practican en ello.
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Julia Otero es una gallego-catalana que lleva en eso de la comunicación unos 25 años, desde el pizperitismo de 3x4 hasta su actual ocupación en el programa de la tarde de Onda Cero, la emisora de derecha soft que tiene un techo de audiencia digno de Torrebruno.  En medio, ha tenido momento señeros como su famosa entrevista -de gallega a gallego- a Mario Conde cuando ambos eran populares, pero todo caracterizado por un rastrerismo y lagarterismo muy vil.

El otro día, en una sección fija de su programa que llevan los periodistas de investigación de Interviú Rendueles y Marlasca, trajeron el tema de la Operación Puerto. Estaba todo cortado y pautado como suele pasar en las emisoras de derecha: la gallega de pensamiento y acción iba haciendo preguntas o apuntes como si conociese el tema, y los periodistas iban replicando. El esquema de enseñanza católica que tanto gusta en el dial español en cuanto sales de la SER.

Como resumen de todo el caso están muy bien los 20 minutos de programa, y recomiendo su escucha. Sin embargo, si llegan al final de la grabación, puede que reparen en que...sí...lo han adivinado: sale el atletismo -de refilón, porque Marta Domínguez no es citada- y no sale el fútbol, sólo para decir que Jaksche dijo que Eufe llevaba a un equipo español. Por supuesto, en una emisora como Onda Cero y con una gallega como la Otero al frente, jamás van a sacar temas que den problemas de comprensión a su audiencia. En todo momento, aunque hablan de "deporte", parece que todo es ciclismo, ciclismo y ciclismo.

Por cierto, Marlasca y Rendueles, que en su día hicieron grandes aportaciones a la Operación Puerto -y también grandes pifias- y otros casos de dopaje -en los que veían la punta del iceberg y poco más-, llevaban callados con el tema mucho tiempo: hasta ayer, coordinados de manera sublime con Arribas, que anunciaba el reportaje (con muy poquita cosa) de sus compañeros desde su diario. Será que no han sido agraciados con la pedrea de los Tomos I, II y III. 
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Se ha publicado estos días, en formato e-book, un libro que intenta acercar al gran público el llamado caso Armstrong. Se llama El rastro de la mentira: de Armstrong a Contador,  y es obra de Guillermo Ortiz, que ha llegado al ciclismo a través de otros deportes. Eso se nota bastante en el libro que, a pesar de su corta extensión de 30 páginas, tiene numerosos errores que lo invalidan para un seguidor de este deporte, pero que no afectan al conjunto de la narración: consigue en gran medida divulgar el caso a un público no especialista, y siempre hay que apoyar a las (escasas) voces que hay en este país que al menos se plantean el dopaje como un problema. Por sólo 1´5 euros puede ser suyo, y hoy en día eso no es dinero.
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Boonen dice que casi pierde el brazo por una caída que después se infectó. La historia, realmente increíble en un atleta de su nivel, recuerda sospechosamente a la de Museeuw y su rodilla en la caída de Roubaix. Seguro que vuelve (aún) más fuerte que antes. En el ciclismo, suele pasar muy a menudo.
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Pagos de 12.000 euros al día -para sortear la ley de licitación pública- por parte de Madrid 2016 a la empresa ficticia de Urdangarín. Esto es lo que deja el olimpismo. Y esto son "los valores del deporte" que la derecha quiere transmitir a la sociedad. Desde luego, son un buen ejemplo de rectitud.
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Pasatiempo: tienen que descubrir que frase corresponde a un conocido -y vehemente- entrenador de fútbol español y cual a la de un francés. No vale mirar los enlaces antes de tiempo.

"No hay doping en el fútbol (...) al final del día puedes haber hecho muchas cosas cotidianas que se consideran doping"
"No creo que haya doping cero en el fútbol. Es difícil de creer que en una fase final de un Mundial, con 740 jugadores, todos vayan limpios (...) estadísticamente, aunque sólo fuese por las llamadas drogas sociales, debería salir algo (...) He pedido en repetidas ocasiones a la UEFA que se hagan controles de sangre"
Otro día les pongo un pasatiempo más difícil, como resolver MILAN. Que tampoco es tan difícil, oigan: es que no se aplican lo suficiente.
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Alejandro Blanco, el judoka orensano, candidato único a la presidencia del COE. Se vota el miércoles, pero  lo podían hacer hoy mismo. Será que no hay nadie mejor. En su currículum han olvidado poner que es doctor por una universidad de Corea del Sur.
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Bufffffffff....como está el nivel de propaganda.  Yo no entiendo como, habiendo tanta ciencia, técnica e I+D detrás de este mulo que con 19 años salió de la nada para hacerse con un oro y una plata en Atenas 2004, tenga que irse a entrenar a sitios tan aislados y recónditos como Cervo (Lugo) o Zamora. Lo mismo que hacían sus paisanos del Xacobeo en sus famosas concentraciones -de hematíes- en Trevinca.

Por cierto, cuatro días después de este publireportaje, su entrenador (que afirma por ahí "mis" 5 medallas olímpicas) dice que se va a Brasil, un país que en tres años y medio tiene cita olímpica y que está fichando a entrenadores de su talla, y médicos deportivos, de cualquier parte posible. Como el plan ADO. También es cierto que este entrenador, que se porta como un apoderado con su mulo, siempre está diciendo que se lleva a su más valiosa creación a otro sitio, para que le suelten más perras.

jueves, 13 de diciembre de 2012

El deporte español se homenajea. A su manera (I)

¡Qué felices aniversarios! En estos días el Comité Olímpico Español está celebrando 100 años de gloriosa existencia y su simpático y gótico presidente está donde más le gusta: rodeado de políticos y saliendo en las fotos de los diarios, que siempre cantan las gestas de nuestros guerreros. Las del pasado, las del presente y las del futuro, que hay que seguir pidiendo dinero.

El modesto presidente del COE, una eminencia en lo suyo, ha montado con todo lujo y boato el simpático aniversario. Anteayer se reunía en La Moncloa con su paisano gallego en un "homenaje a los deportistas", que dejó para la cruel pequeña historia de este país declaraciones a la altura de sus personajes, para descrédito de una ciudadanía que dicen que cada vez es más crítica, y que sin embargo calla ante estos espectáculos de propaganda de régimen.

A Rajoy le gusta poner el deporte como ejemplo de valores. No falla en sus campañas electorales un baño de masas con los numerosos deportistas que se identifican con el ideario de su partido, hasta el punto de poner su cara a un acto de partido como un mítin. A Rajoy también le gusta mucho el deporte, en general, y ha confesado que su lectura favorita es el Marca.

Así se entienden cosas como las proferidas anteayer: "El deporte nos ha enseñado a todos como superar los desafíos" Perdonen, pero esta frase en boca de un presidente de Gobierno de un país que ha sido y probablemente sigue siendo centro radial del dopaje mundial es contraproducente: el deporte, tal y como se defiende desde las instituciones españolas, es la exaltación de la trampa.

A lo mejor es un mensaje interno a su partido, que acumula una senadora galga, una saltadora de altura cántabra, un diputado supuestamente extorsionador, un jefe de finanzas corrupto, amiguitos del alma, lideresas que llaman hijo de puta a los arquitectos, alcaldesas de capital -la monárquica y la republicana- que están ahí por sus méritos propios y no por estar casadas con quien están o recibir bolsos de Louis Vuitton y, en fin, gente que bien puede haber cogido las "enseñanzas del deporte" para inspirar su vida política.

Leer el discurso íntegro del presidente de Gobierno con mayoría absoluta es un ejercicio duro y áspero. "El COE y el CSD (...) ejercen una función insustituible. Su labor de acompañar y de apoyar a los deportistas a lo largo de cuatro años de dura preparación es algo que merece la pena y que la sociedad demanda que se haga, porque luego nos gusta vernos altos en el medallero y eso no es consecuencia, como casi nada en la vida, ni de la suerte ni de la improvisación.". El subrayado es mío. El estupor es de ustedes, y perfectamente legítimo.

Al margen de los chistes fáciles que se podrían hacer sobre la propia labor en el Gobierno de Rajoy y esa alusión "a la suerte y la improvisación", quédense con eso de "función insustituible" y el subrayado. ¿Cómo ha canalizado la sociedad esa "demanda"? Yo todavía no he visto una pancarta con el lema "Dinero para nuestros deportistas", aunque no dudo que todo se andará.

Ahí tenemos al político, de siempre demiurgo de lo que la sociedad quiere o anhela (y si no, acota lo que es la sociedad hasta dejarla reducida a sus fieles y militantes, como hacen todos los nacionalistas, los primeros de ellos los españolistas) dándonos ya masticado lo que queremos. Que a nadie le extrañe: hacen los mismo con la Monarquía, por poner un ejemplo bien visible.

Ya me gustaría a mí que me preguntasen qué me parece que se destine dinero público a cosas como el plan ADO, mientras se recorta en sanidad y en educación, y todo para que me lleve el chocolate del loro de "nos gusta vernos altos en el medallero". No me identifico en ese "nos" y, cuanto más conozco como se maneja el deporte de élite y, especialmente, la política de estado a su favor, menos.

(Saquen las trompetas de fanfarria) "El esfuerzo de nuestros atletas es un referente de los mejores valores del conjunto de nuestra sociedad y de la fuerza que guía a los españoles a superar cualquier dificultad". El deporte como cuna de valores, cuando es netamente competitivo, egoísta y jerárquico. Más aún: el deporte como cuna de valores y referente. El deporte español, donde está prohibido hablar de dopaje.

(Saquen los tambores de asedio) "El deporte, por tanto, nos enseña a todos cómo superar los desafíos por grandes que éstos sean. El deportista sabe que para estar entre los mejores, para llegar al instante de la competición decisiva y para aspirar al triunfo sólo hay un secreto: entrenar, entrenar y entrenar; es decir, consagrar todo nuestro empuje a una sola meta". Sólo hay un secreto: y ojito al que diga que hay un secreto, pero secreto de verdad. Es una apología del triunfo a toda costa sin paliativos: "una sola meta".

(Saquen las campanas celestiales) "una gran lección para la vida: saber que, si las cosas salen bien, no es por ningún azar, sino porque hemos luchado por ellas" ¡Y lo dice el del partido fundado por Fraga (con axuda do apostol venceremos al Prestige) y que tiene como Ministra de Empleo a alguien que se advoca a la Virgen para salir de la crisis! Pandereta y Berlanga. Y un poco de azar.

(Saquen los matasuegras de bochorno y chufla) "El deporte es uno de los grandes activos de nuestro país y es un ingrediente fundamental a la hora de dar significado a la Marca España. Los innumerables éxitos de nuestros deportistas han favorecido de modo muy importante el impulso de la imagen de nuestro país hasta los lugares más remotos del planeta"

¿Pero alguien le ha dicho la imagen que tiene el deporte español en Reino Unido, Francia, Italia y Alemania, nuestros principales socios comerciales? Se lo habrá dicho Rubalcaba, el forofo del deporte e hincha del Real Madrid, que hizo todo lo posible -y era mucho en su calidad de responsable de las fuerzas de seguridad- para que de la Operación Puerto desapareciese cualquier vestigio de otros deportes que no fuese el ciclismo.

Y mejor no hablemos de la cacareada Marca España, porque el presidente de la patronal esta en el turullo por ladrón. El presidente-de-los-empresarios-españoles está en la trena por ladrón. Y hay muchos más ejemplos del mismo jaíz. Que hablen de Marca España, cuando lo que realmente están pensando en hacer de España un país de Marca es incluso más hiriente. Porque lo están consiguiendo.

Es el discurso machacón que ya utilizaba Zapatero y que dice explícitamente Rajoy en una frase aterradora: "Uno de los elementos que más contribuyen a favorecer la unión y la cohesión de una sociedad es el deporte", algo ya analizado en su momento. Que diga "unión y cohesión de una sociedad" con dos procesos separatistas en curso es todo un aviso a navegantes: la propaganda y el apoyo a todos los niveles a esos elementos que sirven de amalgama será todavía mayor.

Lo mejor del discurso de Rajoy es que ha tenido ocasión de acordarse de todos esos artífices en la sombra detrás del milagro deportivo español, ese que ha conseguido 133 medallas olímpicas en 100 años, curiosamente 106 a partir de Barcelona 92. Lo ha hecho a su manera, de gallego y sin darse cuenta, pero yo he visto en estas palabras un homenaje a todos los médicos, preparadores y gurús que viven bajo el amparo del Estado español, que jamás los ha perseguido e incluso les facilita recursos públicos para ejercer su labor.

"Cuando se habla (...) de todas las personas que están en la mente de todos los aquí presentes y de otros que no están en la mente pero podrían estarlo en cualquier momento, se habla de España y se habla de España con respeto y con admiración. Los logros de nuestros deportistas contribuyen a aumentar el prestigio de España en el mundo y eso es algo que no tiene precio y que nos llena de orgullo"

No hace ni dos meses que la EE.UU ha vetado de por vida a García del Moral, Pedro Celaya y Pepe from Valencia. Así estamos. Nos gusta vernos altos en el medallero. Lo demandamos como sociedad. Quizás sea verdad.
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Lo importante no es la noticia en sí, sino que La Senadora tenga actividad parlamentaria.
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Giancarlo Ferretti, el amigo de Arribas y de Flecha, publica un libro a su mayor gloria. Viendo la editorial en la que sale, la foto que ha escogido para la portada, y la catadura moral del personaje, es muy probable que tenga la misma trascendencia que la publicación anual de las Páginas Amarillas. Qué malo es el ego.
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Jose Carlos Carabias, escribiente en ABC con la de paro que hay en este país, publicó ayer una mierda de artículo lleno de mentiras e incorreciones sobre el Katusha, Contador y todo eso. Se lo enlazaría con gusto, pero el periódico en quiebra -como todo Vocento- considera que alguien va a pagar dinero por la edición en papel para leer esos contenidos.

Es una decisión empresarial acertadísima, como todas las de este grupo.

También tiene un blog que no lee ni comenta nadie, y es normal por el nivel de las entradas. Fíjense en esta, antología del disparate y la vergüenza nacional. Con ripio y todo. No me des las gracias por las visitas, Jose Carlos.
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Como últimamente hablamos mucho de libros de deporte, les comento el de Sergio Ramos. Esta escrito por Enrique Ortego, que últimamente se ha especializado en este tipo de productos, y editado por la editorial leonesa Everest. Es un libro con escasísimo contenido escrito y abundante despliegue gráfico, dirigido a un público iletrado, ágrafo y silvestre, casi tanto como el protagonista. Es el ejemplo perfecto del libro de deporte que triunfa en España: es un libro porque tiene tapas y lomo, y poco más.

Lo que más me ha impactado, además de su PVP de 20 eurazos, es que se distribuye por el canal kioskos, al lado del ¡Pronto! y, evidentemente, del Marca. Va dirigido a ese público. Será un buen regalo de Navidad en las 3.000 viviendas, para que vean lo lejos que ha llegado su paisano.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Óscar Freire: Opera selecta (y II)

No hacer nunca
Sanremo 2004
Sinceramente, una de las fotografías más icónicas del ciclismo. Un clásico para siempre y para enseñar en todas las escuelas de ciclismo. Erik Zabel, Mr. Sanremo (durante cinco años seguidos fue 1º-1º-2º-1º-1º) llevaba dos años sin oler la carrera, en parte por caídas. Vestido con el maillot de campeón alemán, y tras un sprint imperial que le iba a colocar en la fabulosa cifra de cinco victorias en La Clasiccisima, el experto alemán cometió un fallo para la historia del ciclismo.

Se puso a alzar los brazos sin haber cruzado la línea de meta. Freire, que venía embalado, aprovechó para estirarse al máximo y consiguió superar al desdichado alemán en el último metro, dejando una estampa que, insisto, pasarán décadas y la veremos igual que vemos las de Van Steenbergen y Van Looy: la misma cara de sorpresa, el mismo momento fugaz, los dos grandes campeones, el momento de la decepción.

Era la primera clásica para el campeón español, una victoria que se había retrasado demasiado y que podía haber llegado mucho antes. Después vendrían otras dos Sanremos como dos soles que, junto con su puntería para acabar siempre entre los diez primeros, le situan como uno de los mejores corredores de siempre en la clásica de las clásicas.


Un campeón y dos comparsas
Paglietta 2006 De entre todas las victorias de etapa de Freire en la Tirreno-Adriático me quedo con esta. Tras haber ganando la general -y tres etapas seguidas- el año anterior, en esta edición sólo ganó en una, pero nada menos que el final en Paglietta, en cuesta y especialmente revirado. También había conseguido ganar en otros finales similares, especialmente el de Torricella Sicura.

El sprint se lanzó prontísimo y fue a cara de perro entre algunos conocidos habituales y uno nuevo que empezaba a asomar el hocico ese año, de neoprofesional: Ricardo Riccó. Freire consiguió imponerse a Astarloa y el italiano de ematocrito ballerino con un último golpe de pedal de auténtico maestro. Y de jerarquía ante arribistas.


Sanremo 2000 Freire había fichado con el Mapei y, tras haber ganado dos etapas (una al sprint, otra en cuesta) en la reciente Tirreno-Adriático, salía a por todas en la Sanremo. Era la primera vez que corría la mejor de las pruebas de un día, la primera vez que afrontaba más de 290 km. en competición y la primera vez que iba a subir al podio. Si la memoria no me falla, es el corredor más joven en haber subido al podio desde entonces. En su primer intento.

Sin embargo, en el Mapei decidieron enviar al ataque a Bettini, que por entonces era un corredor que pasaba por poco más que la ramera de Bartoli. Cuando el siniestro italiano acabó su número circense, Freire se encontró solo para el sprint, situación que se repetiría a lo largo de su carrera. Aún así, tercero y por muy poquito, batido por Zabel y por el resucitado Baldato, que obtenía su mejor resultado en cinco años en el debut del Fassa Bortolo, el equipo medicalizado por Cecchini.

Era el primer arcoiris que se subía al podio de Sanremo desde Saronni en 1982. El italiano consiguió ganar. En Freire jamás confiaron, y Squinzi se retiró del ciclismo sin haber ganado jamás la carrera que más ambicionaba: precisamente la Sanremo. Ahí perdió su oportunidad.

Luig Puig 2004 Nos tocará contarlo de mayores: hubo un tiempo en que se retransmitía todo el ciclismo profesional que había en España, y había muchas carreras. Una de ellas era el Luis Puig, prueba de un día valenciana en honor del que fuera presidente de la UCI. Freire ya había sido segundo en 2000 -batido por Zabel- y en 2004, poco antes de la Sanremo, se escapó a pocos km. de meta y nadie fue capaz de alcanzarlo.

No había nadie viendo la prueba, que llegaba a alguna localidad turística completamente vacía. Fue una de las tres victorias en solitario de Freire, junto con el Mundial de 1999 y la etapa de Ascona en la Vuelta a Suiza. Encabezando el grupo entró un joven Valverde, que tenía por misión ganar todas las pruebas menores del calendario español, y que ese día falló en casa del patrocinador.


Luarca 2007 Era la tercera etapa de esa Vuelta y Freire había sido segundo en la primera y ganado la segunda, un sensacional sprint en Santiago de Compostela batiendo a Bettini de arcoiris, que estaba realizando una temporada de pena. Con la llegada a la pequeña localidad pesquera asturiana, los organizadores introdujeron un sprint en cuesta y revirado, donde el italiano hizo sus marrullerías habituales y ganó la etapa, con Freire segundo.

El cántabro se quedó bastante disgustado, pero siempre del buen ambiente de puyas y contrapuyas que siempre llevó con su rival. La venganza vendría poco más tarde cuando, tras el paréntesis de los Lagos, Freire ganó dos etapas seguidas donde Bettini ni se metió al sprint, dentro de esa extraña preparación que llevaba de cara a su segundo Mundial.

Mundial 1999 Qué menos que cerrar este recorrido sucinto por la trayectoria del inigualable Freire con su victoria más representativa. Tras una temporada lesionado y donde su equipo no lo llevaba a las grandes citas, el subcampeón del mundo sub23 hacía dos años no tenía contrato para el año siguiente, ni perspectivas de conseguirlo.

Una magnífica fotografía
Entrenando con su hermano tras moto por Torrelavega en un circuito que reproducía el que se iban a encontrar en Verona, y con la confianza de un seleccionador nacional que confiaba en sus posibilidades tras ver que el año anterior había logrado un dignísimo resultado de neoprofesional en Valkenburg, Freire se presentó en Italia como un desconocido para el gran público.

Y vaya Mundial. Los máximos favoritos eran Vandenbroucke, Ullrich y Casagrande. El primero se cayó y se lastimó la muñeca, pero estaba en la vuelta final; el segundo venía de ganar la Vuelta de menos a más y ganar el Mundial CRI tres días antes; y el tercero era un conocido arribista que nunca ganó nada relevante, pero vaya que lo intentó con todos los medios de la época a su alcance.

El italiano, una auténtica nulidad al sprint, tras ver que no se podía ir de sus rivales en la última subida, atacó en el llano, llevándose consigo a unos acompañantes entre los que estaba un tal "Freire Gómez", que estaba atentísimo a la carrera. Por detrás consiguieron anular la fuga a cuatro km. del final, vigilándose mutuamente antes del sprint en una larguísima recta.

En la última curva antes de encarar el rectilíneo, y con el zoom de la cámara sin meter, una figura saltó por el lado contrario al pelotón, cerrando el radio del viraje. No era un error, ni que hubiese frenado por miedo: saltó y consiguió la ventaja suficiente para llegar a meta en solitario, mientras los demás se disputaban los despojos que había dejado.

Yo ví el triunfo en Italia y en la tele no se lo podían creer. Freire Gómez ha vinto, y De Zan por lo bajini decía Ma chi e questo Freire Gómez?, con la extrema decepción de organizar un Mundial en casa y que no sólo no gane uno de los suyos, sino un completo desconocido de 23 años y sin apenas palmarés. Después ya lo iría aumentando, especialmente en Italia, e incluyendo otro Mundial en el mismo sitio y ante parecidos protagonistas. Aquel triunfo no fue una casualidad: nadie gana un Mundial de esa manera, con esa edad y con esa resolución si no es un auténtico campeón. El mejor en lo suyo.
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Menuda jugada que le han hecho a Gendermann. Pensaba que iba a continuar con el RadioShack, y se entera ahora, a punto de acabar el año, que no tiene ni equipo ni contrato para el año que viene. Por otra parte, no me extraña viendo su rendimiento, aunque tampoco se diferencia tanto del resto del equipo. El problema con el alemán es su trayectoria, tan descendente que rivaliza a nivel nacional con Ciolek.
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Acuso recibo de la última publicación de Cultura Ciclista, la biografía de Fignon. Fue enviado tras leer el post dedicado, debe ser que como el hombre-orquesta de la editorial se dedica desde el ámbito académico a eso de la comunicación, es partidario de la falsa creencia de "hablen bien o mal de uno, lo importante es que hablen". Yo haré reseña de todo lo que me envíen, para bien o para mal.

Como ya leí el libro en su momento, les digo que está muy bien. Empieza con el Tour 89, el de los famosos 8", para "exorcitar" y después sigue el clásico esquema cronológico de una biografía al uso: infancia, inicios, éxito y bajada. Los capítulos son muy breves, casi como si hubiese estado ideado para serializar en algún medio periódico, y tiene algunos pasajes notables. A mí me han gustado las batallitas en Italia -especialmente el Giro 84 que le robaron- y la parte final.

Adolece, empero, -estamos hablando de un libro que ha pasado el filtro ideológico de Cultura Ciclista, ya saben- de cierta complicidad con el lector, al que supone subnormal profundo para creerse, en boca de Fignon, cosas como "durante toda mi carrera nunca se habló de dopaje conmigo ni en mi entorno" o "en aquellos años nunca hablé con ningún médico que no fuera el del equipo" (pág 78).

Merece mención aparte la desganada traducción, que empobrece sobremanera el producto editorial. Les pongo algunos ejemplos del tortuoso castellano al que ha sido traducido este libro, seguramente desde la edición original francesa:

  • "Pero a la mínima tontería mi padre se enrabiaba conmigo" (pág 39)
  • "...un cicloturista que venía en sentido contrario interrumpió literalmente su carrera encima de mí en un choque frontal que a punto estuvo de costarme caro" (pág 127)
  • "...siendo plenamente consciente de que podía desagradar o decepcionar a aquellos para los cuales todo es sagrado, yo no tenía auténtica conciencia de estar participando en la redacción de un gran libro de historia" (pág 148)
  • "...gracias a una escapada bidón que tres corredores que habíamos propiciado..." (pág 149)
  • "Era vulnerable, estaba a merced de todas mis defecciones" (pág 200)
Y eso que he cogido varios ejemplos al azar. No obstante, no deja de ser el mejor libro del catálogo creciente de la editorial (y visto el avance, lo seguirá siendo cuando acabe 2013), que esperemos que amplíe sus miras con el tiempo y deje de ver enemigos donde no los hay, y si sana crítica constructiva para hacer las cosas mejor. Tampoco cuesta tanto.
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Proyecto europeo para mejorar la seguridad de los ciclistas. Tienen varios concursos y viajes a Bruselas para propuestas atractivas y económicas sobre esta problemática. Participen, o miren la web. Lean y difundan si piensan que alguien puede aportar algo.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Cultura Ciclista (Española)

Desde hace un tiempo existe en España una editorial especializada en ciclismo que ofrece al lector en español libros sobre nuestro deporte que hasta entonces no estaban disponibles. Decir eso es decir la casi totalidad de libros sobre ciclismo, un género que jamás ha tenido arraigo en España, apreciación que se podría hacer extensible a los libros sobre deporte.

Salvo el raro fenómeno de los libros de boxeo a finales de los setenta, y después los de fútbol, en España apenas ha habido tradición de editar libros sobre deporte, de esos que llevan letra y apenas ilustraciones. No sucede así en otros países, donde este tipo de género ocupa importantes espacios en librerías y bibliotecas, destacando especialmente Reino Unido, donde se edita absolutamente todo tipo de libros sobre todo tipo de deportes y protagonistas.

Como el signo de los tiempos es el que es, últimamente proliferan como setas las pequeñas editoriales que ofrecen libros-objeto con la excusa del deporte: bella presentación, precio elevado, escaso contenido. Forma parte de un fenómeno de dignificar el deporte por encima del Marca, como para curar conciencias o que se yo: a mí me siguen pareciendo en la inmensa mayoría perfectamente prescindibles. Seguro que también han notado en su localidad la proliferación de pequeñas librerías para gente que no lee: vende objetos bellos con forma de libro, pero que realmente no son para leer, sino para lucir, tomar un café o dejarse ver.

El fenómeno, que merecería un post o más aparte -prometo abordarlo- escapa a los objetivos de hoy, que no son otros que reseñar un par de libros que el responsable de la editorial Cultura Ciclista ha tenido a bien hacerme llegar para que los reseñe, en un raro gesto de consideración en estos tiempos que corren y que agradezco sinceramente. 

El propio impulsor de Cultura Ciclista explica en esta buena entrevista su motivación inicial, realmente encomiable. Como podrán leer, y recomiendo vivamente leer toda la entrevista, divide su oferta editorial en dos colecciones: una llamada Leyenda donde publica libros sobre temas ciclistas convencionales, y otra llamada Pasión sobre los temas de dopaje y demás.

De presentación espartana -la editorial es llevada por un hombre-orquesta que lo hace todo- y diseño francamente mejorable copiado de la editorial Belacqua con esa combinación geométrica y poco afortunada de amarillo y negro, todo es excusable por la pasión y el genuino amor a este deporte del impulsor de Cultura Ciclista, profesor universitario que rasca tiempo y recursos para este elogiable resultado.

El primer libro que he leído es de la colección Leyenda, titulado Mañana salimos y obra del hermano de Bobet, que también fue ciclista y llegó a ganar una París-Niza. El libro está escrito con gracia y recursos, pero no deja de ser el típico relato de abuelo Cebolleta sobre aventuras y desventuras del oficio, con pasajes que provocan carcajadas por la ingenuidad con la que están escritos y, especialmente, por pretender que el lector se los crea. 

Bajo la sombra de su poderoso hermano Louison, el pequeño Jean cuenta como rechaza una beca de doctorado a principios de los cincuenta en Aberdeen para hacer una tesis sobre Hemingway por su pasión por el ciclismo y bueno, cosas así. Al que le guste el género Cuéntame le puede gusta el libro, a mí no me ha dicho ni aportado absolutamente nada, aunque insisto en que está escrito con gracia y forma. 

Lo peor de todo es la banalización del dopaje (relata como un día tomo una pastilla y ofreció otra a su hermano, que no la tomó: hay que mantener el mito, aunque ya sea fiambre) de una manera pueril y boba, señalando a los italianos y diciendo que los franceses iban limpios. En general, es un relato a medio camino entre los cuentos de Calleja y la candidez más reprobable, por pretender que el lector es igual de estúpido que el que escribe. 

El segundo libro es de la colección Pasión, titulado Un diablo llamado dopaje, y obra de un profesor danés de cosas de deporte, publicado originalmente en 1999 al calor del caso Festina, y que constituye un nausebundo alegato a favor del dopaje. Aunque en el prólogo para la edición española repite hasta en tres ocasiones que no es así -excusatio non petita-, el deslavazado relato no deja lugar a dudas. Les pongo algunas frases:

"el masivo apoyo de los españoles hacia Contador, una vez conocida la sentencia, es otro ejemplo de la creciente concienciación del público de que el antidopaje ha ido demasiado lejos y que está perjudicando al deporte como una empresa justa y con sentido" (pág 20)
"(sobre el dopaje en la RDA) esta explotación sistemática del material humano (...) ya no se practica en Europa" (pág 46)
"Cualquiera que quiera llegar a entender el meollo del actual debate sobre el dopaje debe intentar comprender el concepto mismo de dopaje. El primer paso es distinguir entre uso, abuso y compulsión, y hasta ahora nadie lo ha hecho, sino que el dopaje se ha visto sometido a una condena generalizada" (pág 49)
"Cualquier intento programático de crear competiciones equilibradas conduce pues a una situación absurda. Cuando se rechaza el dopaje con el argumento de que genera competiciones desequilibradas siempre hay algo más. Porque lo que los críticos del dopaje están impugnando no es la desigualdad, sino la creación artificial de desigualdades" (pág 157)
El libro carece de estructura alguna, está escrito de manera pedreste (y la traducción no ayuda en muchas ocasiones, pero ya digo que es excusable), cae en el relato canónico de los pro-dopaje de citar la antigua Grecia y el siglo XIX, insulta con términos religiosos a los que creemos que el dopaje tiene que ser erradicado, salta de Kimmage a Bataille y bueno, es muy malo, porque ya me gustaría a mí tener un buen libro a favor del dopaje para rebatirlo punto por punto. Aquí hay las típicas consideraciones de pelillos a la mar, que si los demás somos cruzados éticos y bla-bla-bla: recordemos que el autor es profesor de fisiología del deporte. 

Y danés: el país de cuatro millones de habitantes que tiene estos extraños records ciclistas: uno de los primeros muertos por dopaje (Knud Jensen), el corredor que más veces ha dado positivo (Kim Andersen), el primer corredor que dio positivo por EPO (Hamburguer), Mr. 60% (Riis) y Rasmussen, al que el autor dedica otro libro casi monográfico que, cómo no, también ha sido publicado por Cultura Ciclista.

Esa es la característica de la editorial: publicar libros que presentan un ciclismo que no se corresponde con la realidad, con la única excepción del de Fignon. Es una editorial de autor y tiene todo el derecho de publicar lo que le venga en gana, faltaría más, y no me cabe duda de que no le faltarán lectores, que blandirán libros como Un diablo llamado dopaje a la manera de un talismán. Es la Cultura Ciclista que hay en España: la de que el dopaje tiene sus motivos y justificaciones o, en palabras del impulsor editorial, que es un problema ético. 

Sin embargo, como lo tengo en alta estima, le recordaré una cosa que dijo Larry Flint, el fundador de Hustler, la revista que empezó a ofrecer algo más de lo que ofrecía Playboy, y que fue objeto de una bastante buena película hace unos años. El gran Flint, discutiblemente presentando en la película como un defensor de la libertad de expresión, dijo en vida que el no podía hacer una revista de ese género sólo con lo que le gustaba (pongamos mujeres blancas con hombres blancos), y muchas veces tenía que meter a disgusto mujeres con mujeres, bondage, asiáticas y demás. Creo que el ejemplo se entiende.

Hacer una editorial sobre libros de ciclismo está bien, publicar sólo los libros que te gustan es francamente cuestionable desde un punto de vista comercial. Pensándolo bien, es lo que se podría esperar de España, donde siguen sin publicar los libros de Mentheur o Voet, sólo por citar dos libros inmensamente más interesantes que los hasta ahora publicados por Cultura Ciclista. Es la cultura ciclista que tenemos en España. No se va a ningún sitio proponiendo para el próximo año un libro como el que les saluda en el primer enlace. Sinceramente, ¿no hay nadie mejor o con cosas más interesantes que contar? Parece que no.